Muchos seguro que no sabrán que la historia de Murcia hunde sus raíces más profundas allá por el Neolítico. Lo más conocido de esta ciudad tal vez comience durante la época musulmana. Es decir, habrá que remontarse hasta el año 825 cuando, Abderramán II, funda en el emplazamiento actual a la vieja Mursiya, que significa la Afincada. Aún así ya se habla de una vieja Murtia romana, pero no están muy claros los datos.
Durante poco más de cuatro siglos, Mursiya sería tierra musulmana, pasando de los reyes levantinos a los reyes de Córdoba, quienes no tuvieron más remedio que entregarla a las huestes castellanas de Alfonso X el Sabio en 1243. A partir de ahí comienza la historia actual de la ciudad, aunque, como muchas otras, siguió manteniendo su trazado urbano medieval y musulmán, y la convivencia de judíos, cristianos y musulmanes.
Con la llegada de los Reyes Católicos y los siglos venideros, Murcia experimenta un auge y un crecimiento notable, especialmente con la llegada de mucha gente de fuera dispuesta a trabajar en su famosa huerta. Los musulmanes supieron aprovechar los beneficios del río Segura como nadie, y legaron un importante enjambre de acequias y regaderas.
Más prosperidad adquirió si cabe durante la Guerra de Sucesión, cuando Murcia apoyó al Duque de Anjou, que a la postre salió vencedor de la contienda. Como muestra de agradecimiento, la ciudad fue colmada de bendiciones y hermosos edificios.
Cosa curiosa a señalar que, siglos más tarde, durante la Guerra Civil, la ciudad murciana se mantuvo republicana hasta los últimos dos días de la contienda. En esta ocasión no hubo suerte a la hora de decidir qué bando saldría triunfador. Sin embargo, aquello no le tributó grandes problemas a una ciudad que ya era capital de provincia desde hacía un siglo.
Fue precisamente en el siglo XIX cuando Murcia creció considerablemente, con la aparición del barrio del Carmen. A partir de ahí, y con el auge y desarrollo de la fértil huerta murciana, el siglo XX significó el hecho de que el municipio sea el séptimo en España por volumen de población.
